Hogar, aquí está el plan de la UE para la eficiencia energética. A partir de 2030 los más contaminantes de clase G a F, los nuevos con cero emisiones

A partir de 2030, los nuevos edificios privados no deben producir emisiones nocivas (la fecha para los edificios públicos se adelanta a 2027). Cualquier sanción se deja a los estados miembros.

La Comisión Europea presentó sus esperadas propuestas legislativas dedicadas a la eficiencia energética en edificios públicos y privados aquí en Bruselas el miércoles 15 de diciembre.

El objetivo es reducir drásticamente las emisiones nocivas de un sector especialmente contaminante. El paquete forma parte de la política medioambiental “Fit for 55”, que tiene como objetivo reducir las emisiones de CO₂ en un 55 % para 2030, en comparación con las cifras de 1990.

A partir de 2030, los nuevos edificios privados no deben producir emisiones nocivas (la fecha para los edificios públicos se adelanta a 2027). Concretamente, significa que “los edificios deben consumir poca energía, ser alimentados en la medida de lo posible por fuentes renovables y no deben emitir emisiones de carbono de combustibles fósiles en el sitio”, explica la Comisión en la documentación que acaba de publicar.

Los nuevos estándares mínimos
Las propuestas comunitarias también introducen nuevas normas mínimas. El objetivo es mejorar la eficiencia energética, clasificada en una escala de A (más eficiente) a G (menos eficiente). En este sentido, Bruselas propone que el 15% del parque inmobiliario de peor comportamiento de cada país miembro pase de clase G a clase F en 2027 y a clase E en 2030 para edificios públicos y no residenciales, en su lugar tendrán hasta 2030 para llevar su certificado al nivel F y hasta 2033 para llevarlo a la clase E.

Sin sanciones
La Comisión no consideró necesario introducir sanciones (como limitaciones de alquiler) en caso de no renovación, desmintiendo un presunto apretón de Bruselas y circulado en la prensa italiana en los últimos días. De acuerdo con los artículos 9 y 31 de la directiva propuesta, cualquier elección se dejará a los gobiernos. En Francia, por ejemplo, una ley aprobada en agosto establece que para las viviendas más intensivas en energía, los propietarios no podrán subir las rentas a partir de 2022 y alquilarlas a partir de 2025.

“Los edificios son el mayor consumidor de energía en Europa, utilizan el 40 % de nuestra energía y producen el 36 % de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero”, comentó el Comisario de Energía Kadri Simson. Esto se debe a que la mayoría de los edificios de la Unión Europea no son energéticamente eficientes y todavía funcionan principalmente con combustibles fósiles. Tenemos que hacer algo con urgencia, porque más del 85 % de los edificios actuales seguirán existiendo en 2050″.

Luego, los Estados miembros deben establecer plazos específicos para lograr clases de eficiencia energética más altas a través de nuevos planes nacionales de renovación de edificios, en línea con su camino para lograr un parque de edificios con cero emisiones para 2050″.

Detener los incentivos para las calderas de combustible a partir de 2027
Bruselas tiene la intención de movilizar hasta 150 000 millones de euros del presupuesto de la UE para facilitar la adopción de normas mínimas de rendimiento energético para 2030. Con las propuestas que se acaban de presentar, los certificados de eficiencia energética deberían volverse más claros y contener más información legible y completa. Además, a partir de 2027, no se deben otorgar incentivos financieros para la instalación de calderas de combustibles fósiles y, a partir de esa fecha, los Estados miembros tienen la posibilidad legal de prohibir d’emblée el uso de combustibles fósiles en los edificios.

Nuevos delitos ambientales
La Comisión Europea también ha presentado una propuesta de directiva con la que pretende adaptar la legislación comunitaria y reforzar la protección del medio ambiente desde el punto de vista del derecho penal. La iniciativa prevé la aparición de nuevos delitos ambientales, introduce niveles mínimos de sanciones y mejora la cooperación entre los países miembros también en este campo. Entre los nuevos delitos se encuentran el comercio ilegal de madera, el blanqueo de buques o la extracción ilegal de agua. “Cuando los delitos causen o sean susceptibles de causar la muerte o lesiones graves a las personas, los Estados miembros deberán prever al menos penas de prisión de hasta diez años –especifica la Comisión Europea en la documentación distribuida también el miércoles 15 de diciembre–. El borrador de directiva también propone sanciones adicionales, incluyendo el retorno al estado natural del paisaje desfigurado, la prohibición de acceso a fondos públicos y procedimientos de contratación, o la retirada de cualquier permiso administrativo.

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Redazione
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